Thursday, December 30, 2010

Catalunya 4, Honduras 0


Si, ja se que era un amistós i que els hondurenys no estaven tan motivats. Però davant d'aquell "Viva Honduras" del Trillo ben s'hi val un Visca Catalunya! ni que sigui en un to baixet, que no està el tema per a crids...

Thursday, December 23, 2010

I told you so: Sociovergència habemus


De pequeño me daba mucha rábia que me recordaran advertencias anteriores. El "I told you so" es siempre odioso.
Pero ahí lo tenéis: un pactillo inicial para la investidura de Artur Mas como 129º presidente de la Generalitat de Catalunya que ya veremos cómo continua. Mi pronóstico es de febrero de este año http://xallue.blogspot.com/2010/02/el-que-es-mes-que-probable-que-passi.html aunque, naturalmente no he sido el único.
Y me da lo mismo que tanto el nuevo presidente y el portavoz del PSC nieguen que el pacto es la "sociovergència". Pero también lo negaban el verano pasado con vehemencia. En Google hay 57.800 entradas para el palabro "sociovergència", o sea que no es nada ni novedoso ni original.
Ahora ya sólo queda esperar quienes seran los caballeros de la Mesa Redonda del rey Artur (Mas). Pero de las nuevas leyendas artúricas, el personaje principal que ya está identificado es el del mago Merlin: se llama Jordi y de apellido Pujol :-)

Wednesday, December 22, 2010

I a qui li farem pagar la culpa ara que no hi ha Tripartit?


De ben segur que tots coneixeu el compte dels tres sobres que es lliuren a qui pren possessió d'un càrrec: el primer sobre, a obrir tan bon punt tinguis problemes, hi ha un full que diu: fes-li pagar la culpa al teu predecessor. Això dura un temps: segur que el teu predecessor en va fer de cagades i és fàcil explicar-les com a causa del que va passant. Si no te'n surts, obres el segon sobre on el paperet diu: fes un nou pla estratègic o d'empresa. Amb això pots tenir entretinguts als que et manen i als que t'envolten durant una bona estona.

Però si els problemes augmenten, a les hores has d'obrir el tercer sobre. El paperet que trobaràs diu: La teva organització necessita un nou lider: plega.

No sé si l'Artur Mas es trobarà sobre la taula els maleïts sobrets, però que tingui per segur que acaba de posar la cara allà on hi llencen les tomàtecs.

L'andròmina del Tripartit, pel seu propi disseny era fàcil de criticar. Com ja s'ha dit, i crec que va ser el mateix Montilla, els membres de la coalició es dedicaven per les tardes a criticar i desfer el que havien acordat pel matí, més pendents del seu entorn partidista que no pas de fer una feina de govern coordinada. Això és probablement injust per que la tasca del Tripartit ha deixat moltes coses fetes i, en la mesura del possible, s'han fet polítiques d'esquerres, bones per la gent corrent. Un altre cosa han estat les seves incoherències i l'enorme pes de la crisi econòmica que ha malmès molts esforços.

Així els hi anat a les eleccions: tots al carrer. A la puta calle que diuen en castellà. És el preu de la derrota.

Però i ara, què? Els hi donarem la culpa de tot?

Jo li recomanaria a l'Artur Mas que s'ho prengui amb calma, que trigui el més possible en obrir els sobrets i que es posi a treballar de valent i a fer treballar a l'administració a les seves ordres. Hi ha prou gent bona per fer tot el que calgui, si se'ls mana be. I que no corri massa i es trobi que ja ha obert tots tres sobrets.

Sunday, December 19, 2010

Festschrift por Juan Rodríguez Soriano, pediatra


El New England Journal of Medicine publica desde hace mucho tiempo homenajes académicos (festschrift) a las figuras de la medicina desaparecidas recientemente, o en trance de hacerlo. Nunca pensé tener que aproximarme a una situación así cuando trabajaba para, o junto a, Juan Rodríguez Soriano en unos lejanos ya años 70.

Este pasado viernes 17 de diciembre tuve la oportunidad de asistir a la Jornada académica conmemorativa que se celebró en el Salón de Actos del Hospital de Cruces en Vizcaya, donde Juan ejerció durante más de treinta años.

Para mi ha sido una introducción rápida en el túnel del tiempo y no sólo simbólicamente.

Inicié el viaje a las primeras horas de la madrugada, a obscuras para no despertar a quienes comparten mis noches, desde un garaje igualmente oscuro, para luego conducir 50 minutos por una autopista desierta y nocturna hasta el aparcamiento del aeropuerto. La terminal del aeropuerto aún no se había despertado y muchas de las luces permanecían apagadas. El tubo del “finger” de la puerta de embarque estaba poco iluminado como lo estaba el propio avión. Tres cuartos de hora mal contados me depositaron en el aeropuerto de Sondika, ahora Loiu, cuando apenas apuntaban las luces del día en un cielo plomizo. Un trayecto en autobús que atraviesa los túneles de Artxanda se añadieron a la imagen, como inmediatamente después el tubo del Metro.

Al llegar a Cruces ya estaba lloviendo.

En el salón de actos ya había comenzado la sesión y reinaba una semipenumbra sobre la que presidía una foto del Dr. Rodríguez Soriano en la pantalla.

La “Jornada Científica in memoriam Profesor Juan Rodríguez Soriano” costó de dos partes: una primera titulada Avances en Pediatría y Nefrología en la que intervinieron sucesivamente el Prof. Serafín Málaga, actual presidente de la Asociación Española de Pediatría quien habló de la Pediatría como especialidad y los retos actuales, el Dr. García Nieto, nefrólogo e historiador que trató de la Historia de la Pediatria y la Nefrología pediátrica durante el último siglo, y el Dr. César Loris quien hizo una semblanza del profesor Rodríguez Soriano.

El Profesor Juan Rodríguez Soriano fue Jefe del departamento de Pediatría del Hospital de Cruces durante más de treinta años. Licenciado y doctorado en Barcelona realizó extensos estudios de postgrado en París y más adelante en el Albert Einstein Hospital en Nueva York. De ese período destacan sus aportaciones al estudio de la función renal y sus aportaciones sobre la acidosis tubular renal que le dieron renombre mundial. Catedrático de Pediatría dirigió los estudios de la asignatura y de postgrado en la Universidad del País Vasco desde su fundación.

La segunda parte la ocuparon las presentaciones de la líneas de investigación en marcha en el Hospital de Cruces a cargo de los Drs. P. Martul (Endocrinología). A. Valls (Neonatología), P. Sanjurjo (Metabolismo), JC Vitoria (Gastroenterología), A. Navajas (Oncología), L. Castaño (Diabetes) y G. Ariceta (Nefrología).

Cerró el acto una proyección de fotos conmemorativa y unas palabras de agradecimiento por parte de la familia del fallecido. Todos los ponentes hicieron, desde sus diferentes ámbitos y puntos de vista una emotiva aproximación a lo que el Prof. Rodríguez Soriano había representado en sus vidas y, muy particularmente, sus aportaciones a cada uno de los ámbitos de investigación. La opinión unánime fue de que con el fallecimiento del Prof. Rodríguez Soriano se pierde una figura señera de la Pediatría y de la Investigación Pediátrica en España, creador de una escuela de práctica profesional asistencial e investigadora proyectada ya hace tiempo hacia el futuro.

El profesor Rodríguez Soriano ha sido probablemente el más importante pediatra español del pasado siglo, con mayor repercusión en el país y en el extranjero y una figura que deja una imborrable huella en quienes trabajaron con él y de él aprendieron.

El acto concluyó con notables muestras de emotividad por parte de muchos de los asistentes, conscientes de que con la muerte del Profesor Rodríguez Soriano se cierra una etapa histórica de enorme relevancia para la Pediatría.

Una comida de hermandad con los antiguos alumnos y colaboradores concluyo la jornada.

De nuevo los túneles del metro, los de Artxanda hasta el aeropuerto, los “finger” tubulares de acceso al avión, el vuelo nocturno, el nuevo túnel del “finger” a la llegada, el cavernoso aparcamiento de la terminal y los últimos tres cuartos de hora por una autopista desértica y oscura me devolvieron a mi casa.

El sol mediterráneo brillante de la mañana siguiente acrecentó la sensación de que la jornada anterior había sido un viaje en el túnel del tiempo. Hacía ya treinta y tres años de cuando le dije a Juan Rodríguez Soriano que me marchaba, que dejaba mi puesto en la UCI pediátrica que había creado cinco años antes en busca de otros destino y aventuras.

El túnel del tiempo me devolvió a un punto desde donde considerar todo lo que pudo haber sido y no fue, todo lo que destino y fortuna me había deparado durante todos esos años. Juan Rodríguez Soriano había sido quien me había acogido y proporcionado mi primer destino profesional y quien, con su empuje, me proyectó hacia lo que pude llegar a hacer en el ámbito de la Pediatría. Eso sí, desde otros puntos geográficos. Con su desaparición se cierra toda una etapa de dedicación profesional para muchos de quienes siguieron o se incorporaron a trabajar con él. Y también para los que de él recibimos un impuso decisivo.

La memoria de Juan Rodríguez Soriano perdurará para siempre en todos nosotros.

Saturday, December 18, 2010

Espanyol 1, Barça 5

Aquesta de cap per avall...

Monday, December 13, 2010

A decade to forget, a decade to remember



It was somewhere along the 20th century that the media started to count time by decades and naming them: the Roaring Twenties, the Hungry Thirties or the Swinging Sixties (in Spanish “la decada prodigiosa). When it came to name these past ten years they’ve come up with “the noughties” still in want of an adjective.

This season journals and televisions will come up with various renditions of what the past ten years have represented, commemorating events and affairs at the end of the decade. The fascination with round numbers will keep hem from considering the decade actually ended a year ago, the 31st of December 2009, as the Anno Domini dating system does not have a “year zero” and we all celebrated the end of the century and the millennium at midnight the 31st of December 1999, that is eleven years ago.

If I remember correctly it was Julius Caesar who imposed the 365-day year, fed up with the whimsical lunar calendar used by the Roman priests who took to change the dates of feasts and celebrations to their convenience. That made difficult the organisation of the military world Caesar needed to expand the Empire. It was hard not knowing when your legions were going to walk out of a war to indulge themselves with Saturnalia or Lupercalia as they saw fit. He beheaded a few priests and got rid of the rest and chose the Egyptian solar calendar more in pace with the seasons. (I think it was his nephew who rounded up the idea adding two missing months to the original ten: July for Julius, his uncle, and August for himself Augustus, pushing further down the year the seventh month (September), the eighth (October), the ninth (November) and the tenth (December). But it was a Romanian monk, Bede, the Venerable, who in the Sixth Century reorganised the calendar and established there was no “year zero”.

But I am sure that no matter this past decade had ten or eleven years, everybody will set the clock on September 11th 2001 as the actual date of the beginning of the decade, the century or the millennium.

It was a turning point for many and determined also many of the following and disastrous events such as the re-election of GW Bush to the US presidency, the (Second) Iraq War, the (Sixth if I am not miscounted) Afghan War, the Al Qaeda bombings in Madrid, Bali and London in whichever order you want to place them. Throw in a couple of big earthquakes, a murderous tsunami, an unpronounceable named erupting volcano clouding with ashes all the European air space, some assorted draughts, famines and floods and you’ll have a pretty forgettable decade.

But for some 800 million it has been the first decade of their lives and for the many who survived it there will be many good things to remember. The measure of how good the times are is, alas! very personal and depends of many details and circumstances.

To all those and to you reader, I just wish you a very happy new decade of which, as I said, we have already consumed one whole year.

Sunday, December 12, 2010

Barça 5-Real Sociedad 0



.. aquesta una mica més petita pels pobres donostiarres...

Monday, December 06, 2010

On Wikileaks


Hace ya unos años y alrededor de la caída de la Unión Soviética y el final de la Guerra fría, un académico medio japo y medio americano—aunque lo politicamente correcto es decir que es un americano de origen japonés, nacido en Chicago—Francis Fukuyama, se descolgó con un ensayo titulado "El final de la historia". El argumento iba sobre que, sin conflictos ideológicos, el desarrollo histórico se detenía. Fue muy criticado por técnicos y opinadores de todas partes y, muy pronto, nuevos eventos, especialmente los del 11 de septiembre de 2001 vinieron a desmentirlo.

Cuando de crio iba en el Instituto, en alguna clase del profesor Abellà aprendí que los historiadores trabajan con documentos, preferiblemente escritos. Lo que sucedió antes de la escritura era "Pre-historia". Los archivos que gestionan miles de documentos escritos—y gráficos, por aquello del valor multiplicado por mil de las imágenes—nos permiten profundizar en el conocimiento de lo que sucedió hace tiempo. Lo mismo que las bibliotecas que hay y que ha habido.

Fue Edmund Burke, el político inglés aunque nacido en Irlanda del siglo XVIII, quien dijo aquello de que los pueblos que no conocen su historia se ven obligados a repetirla. La idea luego se la han atribuído a Winston Churchill, quien probablemente la utilizó alguna vez y, también, a George Santayana, un profesor de Harvard también americano pero nacido en Madrid. Pero probablemente unos y otros lo pudieron extraer de la 1ª Epístola de San Pablo a los Corintios, 10, 11, donde refiriéndose a la historia de Israel dice “Todo eso fue escrito para que lo conocierais y no cometieseis los mismos errores…” O sea, que hay que conocer la historia.

Ha sido el advenimiento de la Internet lo que nos abre un nuevo universo de disponibilidad de documentos y, ligado con las tecnologías de la información, el fenómeno de Wikileaks. Lo que empezó siendo una "wiki", que según el inventor de las "Wikis" Jimmy Wales es un lugar donde todos pueden "colgar", que quiere decir publicar, información, se ha convertido en un fenómeno informativo de alcance mundial. Cierto que ahora a Wikileaks no puede publicar todo el mundo sino sólo su equipo de redacción y gestión y, por lo tanto, no es exactamente una "wiki", pero la libertad de la red permite que se publique de todo y sin el control de los poderosos, estados o corporaciones. Obviamente lo que despierta más interés son las informaciones consideradas secretas o, al menos discretas, de los gobiernos. Y, a la vez, es lo que genera las reacciones más violentas de los poderosos.

Realmente la Internet es la biblioteca de las bibliotecas y el archivo de los archivos. Con un poco de tiempo toda la documentación mundial que tenga vocación de permanencia acabará escaneada y en algún archivo. Que eso incluya toda la información escrita supuestamente reservada o secreta no es más que una cuestión de tiempo. Eso es lo que no interesa a los poderosos que son quienes tienen muy claro eso de que la información es poder. Llevan ya mucho tiempo intentando controlar la Internet, en principio con el fácil recurso de decir que está llena de pornografía. Ese es exactamente el mismo argumento que utilizaron cuando se inventó la imprenta: había libros que no podían publicarse o leerse y así creó el Vaticano el Índice, el Index librorum prohibitorum et expurgatorum, que pretendía ponerle puertas al campo del pensamiento hace ahora 450 años. El fundador de Wikileaks es objeto de persecución y, como ahora eso de llamar hereje a alguien ya no se lleva, le acusan de delitos sexuales, horror de los horrores.

Los gobiernos harán lo necesario para cerrar y suprimir Wikileaks, empezando por perseguir a su cabeza visible, Julian Assange, acusándole de fechorías sexuales como que se le rompió el condón y no lo dijo (¡sic!). Pero con un poco de suerte, la proliferación de lugares donde publicar información hará el esfuerzo inútil. Entonces los historiadores tendrán su fiesta ya que los documentos reales de la historia estarán a su alcance y así podremos reconstruirla. Esto es el principio de que, finalmente, conoceremos la historia.