Publicat el 31 de desembre 2021 a DiariMés
Esta bitácora, blog, o bitàcola (nótese el acento abierto) estará escrita indistintament en español, English o català, y por tanto está dedicada a españoles que hablen catalán, English speaking Catalans, americans o anglesos que parlin català, y las combinaciones derivadas, aunque se admiten comentarios en cualquier idioma... Después de 6 años, decido cambiar un poco el encabezamiento. La Percepción Selectiva es una de mis deficiencias
Versión española:
Omicron
El alfabeto griego tiene 24 letras (o 25, depende). Òmicron es la que hace el número 15. A medio camino entre el alfa y el omega: el principio y el fin.
Los expertos en virología han nombrado con letras griegas a las variantes del coronavirus causante de la epidemia de la SARS-CoViD-19, la “passa” que está pasando. La primera debió de ser alfa. La delta parece ser la más común. De las que hay en medio hasta llegar al omicron no hemos oído hablar porque, al parecer, no han generado graves problemas. Han prescindido de dos letras griegas: Ni, porque su pronunciación induciría a confusiones con "new", en inglés, y Xi, porque coincide con el nombre del cabecilla de China. Mira por dónde...
Delta es un término común en nuestra región. Tenemos uno grande muy cerca. Es un accidente geográfico que forman los ríos del Mediterráneo al llegar al mar. Al ser un mar sin mareas ni grandes olas, al llegar a la llanura de la costa, los ríos se abren en brazos separándose. A vista de pájaro dibujan como un triángulo que se identifica con el grafismo de la cuarta letra mayúscula del alfabeto griego, que hace como un triángulo (Δ). Ebro, Ródano, Danubio, Nilo, hacen deltas.
De “ómicron” no tenemos nada que se le parezca. Suena como mal. Ominoso? Y el final en "cron", acentuado o no, hace como duro. Parece un insulto.
Y es que, por motivos que todavía no se han aclarado, la variante ómicron del coronavirus, ha generado una respuesta mundial de alarma y prevención. Aún no sabemos dónde se originó, ni si ya estaba en nuestro entorno como parecen indicar hallazgos en las aguas residuales. Los primeros casos identificados fueron en Suráfrica y es quizá por eso que ha generado alarma. Todo lo que viene de África parece oscuro y peligroso.
Malditos prejuicios. Los occidentales temen lo que venga de África si no es algo que ellos hayan ido a robar allí: diamantes, oro, petróleo, grafeno, coltán... Esclavos...
Ahora se apresuran a cerrar aeropuertos y meter en cuarentena pasajeros que vengan de África. Vergüenza colonialista.
Deberíamos recordar que los Homo sapiens, como especie, somos originarios de África. Y que antes de que se nos blanqueara la piel por el frío y las nieblas del norte, bastante oscuros de aspecto. Y que, si nos lo acabamos de creer, para librarnos de la plaga de la Covid debemos vacunarnos, es necesario que nos vacunamos todos: los del norte, los del sur y los del medio.
Si no, el virus seguirá saltando de unos a otros, y mutando hasta que se acaben las letras del alfabeto griego. O más allá de la omega final.
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