Tuesday, October 24, 2017

El estado corporativo



En secuencia a otras entradas de este blog, también escritas en español, también están dirigidas a lectores de fuera de Catalunya, aún a conciencia de que puede muy bien ser otro vano intento de explicar realidades desde el punto de vista de la “Percepción selectiva” y su limitaciones.

Quienes se mantengan al día de las noticias, muy probablemente estarán al cabo de la calle de que el gobierno del estado ha tomado iniciativas conducentes a eliminar la autonomía de la comunidad catalana. En medio de esta situación fluida continuamos entendiendo que, ocurra lo que ocurra, no se llega a ningún “final”. Tampoco podemos intentar definir dónde está el “principio” y con ello ir desgranando las causas del actual conflicto entre Catalunya y el estado español. Catalunya tiene su historia, conocida y opinada; por ello remitimos al lector a las mil publicaciones que, al menos en los últimos 150 años de lo que podemos considerar la edad contemporánea, han detallado exhaustivamente. Y la parte más reciente está en los medios y en la memoria actual de casi todo el mundo.
Sí intentaré, sin embargo, exponer mi selectiva percepción del estado español.
Tal incluye la sensación que, desde su constitución como estado moderno y con el nombre de Reino de España, en el último cuarto del siglo XIX, el núcleo duro del “estado”, lo que está, ha podido cambiar de forma y de formas, pero no de “estado” físico, si se me permite la metáfora. Ese estado se ha ido constituyendo en un núcleo de élites extractivas que inicialmente pudieron ser aristócratas del entorno de la Casa Real, junto con capitalistas (eso que en la época se llamaban “plutócratas”) de distinto pelaje, con un entourage de funcionarios adictos y militares que han ocupado el poder real, con la bendición apostólica de la Iglesia Católica. A lo largo del siglo veinte, con el lapso de la última parte de la República y la Guerra civil, el núcleo se ha ampliado y se ha radicado en Madrid definitivamente. Les costó algo en la postguerra porque el país era pobrísimo y apenas había de dónde sacar provecho. Apenas algunas obras públicas (pantanos) y el estraperlo con licencias de importación de petróleo y productos manufacturados como los fármacos. A partir del Plan de estabilización de 1958, lo que se estabiliza es “el sistema”. Con las empresas del INI, los bancos y las cajas de ahorro se canaliza el lucro hacia esos beneficiarios cuya estructura se ha hecho potente: Letrados del Consejo de Estado, Abogados del estado, Tribunal de Cuentas, Consejo del Poder Judicial, la Fiscalía general, las audiencias especiales, Interventores, Cuerpo de Ingenieros de Caminos C y P. del MOPU (hasta 3000!!!), directivos bancarios, de la RENFE, la cúpula de Seguridad social, Consejo de Notaría, Registradores de la Propiedad, Consejos Generales de Colegios profesionales, Inspectores diversos, del Timbre, de Hacienda, de Industria, el cogollito de los innúmeros Reales patronatos, las empresas del INI mencionadas (Tabacalera, Iberia, Altos Hornos, Astilleros), entreverados de dinastías de aristócratas de origen diverso, los Directores Generales en activo o cesados cobrando esa maravilla de las cesantías, las Federaciones deportivas, más los nombrados a dedo Presidentes de las Diputaciones y alcaldes de grandes ciudades, etc. Y junto a ellos sus acólitos, enchufados, clientes y familiares, atrincherados en vetustos edificios del centro de Madrid y todos felizmente dispuestos a seguir viviendo del momio del BOE. Quedaron medio fuera los militares porque Franco era un cabrón ingrato, y otros colectivos como el universitario porque eso de la inteligencia no encajaba bien.
Esa costra extendía sus tentáculos en las capitales de provincia, entre los fachillas que no habían querido dejar el pueblo y que iban de vez en cuando a la capital del reino a ver y ser vistos y a comprar lotería en Doña Manolita y lenguas de gato de chocolate para contentar a la parienta.
Aunque se consolida en el franquismo, su origen es muy anterior, de cuando la creación de los Cuerpos superiores de la Administración del Estado. Los falangistas al principio les dieron algún susto, pero fueron rápidamente fagocitados--o eliminados sin miramientos--y hacia el último cuarto del siglo XX eso era lo que había quedado “atado y bien atado”. Los políticos, de antes, de después, de luego y de ahora, viven en la ilusión de que mandan. Pero el poder está donde está el poder.
A todo ese núcleo, la periferia de la nación les importaba un carajo. A lo sumo para acoger su ocio. La playas para el verano, los latifundios para las monterías de otoño, las pistas de esquí para el invierno y unas cuantas ciudades con catedral para la Semana santa primaveral. Que trabajen los catalanes y los vascos, que son industriosos y aparentemente les gusta, y que se cuiden de las huertas los moriscos supervivientes del alféizar mediterráneo, que hay llevar frutas y hortalizas al mercado madrileño. Y también mariscos gallegos, quesos de arriba y abajo, y espárragos navarros. Ah! Y el vino que no falte.

Pero vascos y catalanes dan en notar que las rentas de sus sudores van al sumidero de la Villa y Corte y no vuelven. Con tradiciones viejas y enraizadas de lengua y derechos civiles, empiezan a dar muestras de un natural descontento pero, sobre todo, cuando aprecian que para hacer lo que hacen, no necesitan para nada el poder central.
Cuando se muere el dictador, la identidades históricas, tanto tiempo aherrojadas y mientras se deciden pactos, ponen de manifiesto sus intereses.
En Madrid siempre les han hecho mucha gracia los chistes y el humor “regional”. “Sabes aquel que van un gallego, un andaluz y un catalán en una avión…” Ja, ja, ja!...”y eso les ayuda a identificar diversidades. Pero como realidades vicarias y pueblerinas. Cuando ven que han crecido y gritan, ya sea “¡Gora Euskadi askatuta!” O “Llibertat, amnistia i estatut de autonomia” de forma estentórea, a un par de listos se les ocurre el invento del estado de las autonomías a ver si entre diecisiete quedaba la cosa algo diluida. A los jerifaltes periféricos de las comunidades no históricas les pareció estupendo porque, aunque no llegasen a mandar--cosa que se imaginaban porque, aunque pueblerinos, no eran tontos--sabían que habría un montón de empleos y carguillos para sus respectivas clientelas de las que disponer. Pero en el núcleo central de “Madriz” no se lo creyeron nunca.
Como tanta otra gente me ha tocado pasearme por los ministerios y no es que lo sospechase, es que me lo han dicho ellos. Me han enseñado hasta los documentos. “Mira, mira, si no saben ni por donde van. Se lo hemos tenido que hacer todo aquí: normativas, reglamentos, provisiones,  de todo. No saben ni redactar una resolución…” Ministerios de Sanidad, de Comercio, de la Seguridad social, de Marina mercante, y en más de una ocasión.

Lo de las comunidades históricas se puso un poco más duro. Negociar, en el norte, la transición del nacionalismo violento a banda mafiosa y darle fin, costó 800 muertos y muchos disgustos. Y, al final, mucha pasta. Catalunya es otra cosa. Como recuperaron la Generalitat incluso antes de que se hiciese la Constitución del 78 y se montaron estructuras propias de educación, sanidad, al tiempo que mantenían el derecho civil casi entero, poco a poco se consolidó como un poder, económico primero y real después, alternativo. Se atrevieron a organizar las Olimpiadas y congresos internacionales enormes por su cuenta, mientras que el Barça competía con ventaja con el palco del Bernabéu--es decir, con el poder, que lo del fútbol es igual y siempre están los árbitros para “afinártelo”--de manera que el núcleo duro empezó a estar incómodo.
La vida se iba complicando y para acceder a los momios y prebendas cada vez parecía necesario que hacía falta algún lustre académico. Las nuevas generaciones de hijos de la costra tenían que titularse y como no se trataba de tener que competir y estudiar mucho, pronto se montaron universidades mollares, los CEU, que daban títulos a cambio de dinero con los que embellecer currículos. Pilaristas y titulados entraron a formar parte del núcleo duro.

Mientras tanto el país se hacía más grande y más rico y la extracción que ya era notable, se hizo generalizada, grosera, abusiva. Hasta un punto en el que alguien le pareció que no podía ser del todo legal y empezó a hablar de (Oh!) corrupción. Antes era solo forrarse, pero si te pillan con el “carrito del helao” estás en riesgo de que te persiga la justicia. Pero tampoco era como para preocuparse, “cosi fan tutti” y no va a ser a mi al que pillen. Primero tendrán que meterle mano a los de más arriba y como llega hasta arriba del todo, pues eso.
Con la cosa de la democracia hubo que darle una opción a un partido supuestamente de izquierdas, pero pastueño, para obtener esa pátina necesaria para que el poder internacional reconociese algo al estado. Para entrar en esos clubs de siglas: EU, ECSC, OTAN, etc. hace falta que se hagan elecciones y que gane alguien otro, de vez en cuando. Para eso sirvió el PSOE, así como para sortear algunos líos sociales como el aborto, el divorcio, el matrimonio gay y otras “libertades”, que a los curas les parecían fatal, pero que dan tono de modernos. Pero cuando las circunstancias electorales dieron la opción de que una candidatura de la propia costra, un inspector del Timbre falangista y sus compinches ultracatólicos llegase al poder, el acuerdo fue que eso se iba a quedar así y para siempre. Un breve intervalo que el desnortado manejo de una tragedia terrorista propició, sirvió para reagrupar fuerzas y lanzarse sin embarazo al saqueo de los dineros públicos y a laminar esas veleidades de gobiernos autónomos de una vez.

Un candidato de sus propias filas--registrador de la propiedad, claro--que además se había distinguido por su furor anticatalán recogiendo firmas en mesas petitorias tripuladas por las misma empingorotadas damas de las de la Cruz Roja, sirvió para la nueva etapa que sería el comienzo del Reich de los Mil años del estado corporativo.
Resultó que esta vez les salió la criada respondona, tremenda concepción que resume toda una visión de la más rancia carcundia. ¡Horror de los horrores! ¡la criada! Y respondona!!, pero esta vez era catalana. En los buenos tiempos en que se podía tener servicio, se tenía una ama vasca, una cocinera castellana o gallega, y unas tatas extremeñas o andaluzas, que tienen un acento muy gracioso y cantan. Que esa gente antipática, que habla una lengua extraña en la que, según Adolfo Suárez, protomártir de la democracia, no se podía explicar la teoría de la relatividad (sic!), que manejan el dinero como si fuera suyo, quisieran un estatuto ampliado que, prácticamente, les permitiera hacer lo que les diese la gana, no era de recibo. Es que con eso se quedan con todo: las olimpiadas, los parques temáticos que funcionan, los congresos de móviles, las carreras de Fórmula 1, prohiben los toros y ocultan a los niños la gesta de Don Pelayo. ¿A dónde vamos a llegar? Da igual que hayan sido capaces de que su estatuto se aprobase en su parlamentillo y en eso del Congreso, que ya se sabe que es un circo. Se usa un tribunal fantasma con un miembro muerto, otro recusado porque ¡qué ocurrencia!, escribió una vez un ensayo sobre Cataluña y, con el voto de calidad de la presidenta, le damos un cepillado al nuevo estatuto que no lo va a conocer ni la madre que lo parió (bueno, eso lo dijo también Alfonso Guerra, pero era para otra cosa). Y, hala, a tomar aire el “estatut”.

¡Qué pesados esos catalanes! Todo el día haciendo manifestaciones pacíficas de millones, que luego no dejan ni un papel en el suelo. Y sin incidentes, los cabrones. Y venga a cambiarse de camiseta para que se vea bien en la tele desde los helicópteros. Sus presidentes son unos maleducados que, además de hablar esa dialecto que no entiende nadie, hablan también en inglés y en francés, solo para joder delante de las teles extranjeras.
Se les ha subido el pavo y van a por todas. Montaron una cuerpo de guardias, eso que llaman los “Mossos”, que ya iban bien para guardar prisiones y trasladar presos y, si acaso, regular el tráfico. Pues no van y desarticulan una célula yihadista que acababa de causar una masacre en las Ramblas de Barcelona, y un guripa de ellos se baja a tiros a cuatro malajes él solo. “Pero ¿quién le ha dado fusiles de asalto a esta tropa? ¿Y quien les ha adiestrado a tirar?” Pues el Mossad, su señoría, que tiene mucha práctica y mala leche.
Encima el más mayor, que es un guaperas de anuncio de Nespresso, se queda con todas las cámaras cuando explica la aventura. (Eso no se lo perdonan los picoletos, que son muy suyos y van a por él. Por eso y porque si sigue ahí, les va a levantar el barullo del imán yihadista confidente durante años, y a saber qué más)
A pesar de que el estado corporativo, todo él junto y revuelto, porque eso de la separación de poderes es una cursilada de Montesquieu, les ha montado a los catalanes una maraña de querellas, denuncias e interlocutorias, encarcelado inocentes líderes que pasaban por allí y ahora va a hacerlo con su lehendakari y todos sus conselleiros, para evitar que cometan la locura de vivir por su cuenta. A pesar de que les amenazamos con lo del choque de trenes, han dicho que, venga, a cagar a la vía, y se van por la otra que es de gran velocidad. ¡Maldición! Si se van a vivir por su cuenta, ¿de qué vamos a vivir los demás? Es que hay que darse cuenta. No respetan nada. Ni la sagrada unidad de la patria. Bueno, claro. También es cierto que tampoco la respetaron los portugueses en Aljubarrota. NI los argentinos, ni los chilenos, ni los colombianos, ni los bolivianos, ni los ecuatorianos ni, ¡horror! los mexicanos de Nueva España. A los filipinos los vendimos por 20 millones de US$, mientras que unos sonaos se quedaron en Baler para ser los últimos, pero lo de Cuba fué un desastre. Es que ya no queda ni Ifni.
Pero el estado corporativo tiene muchos recursos. Aparte, desde luego, de los mil picoletos amontonados en un ferry con las bordas pintadas con dibujos de la Warner (That’s all, folks!!) y varios miles más por ahí en hoteles y cuarteles improvisados, tiene sus representaciones en el exterior comprometidos. Sobre todo con el Margaritis ese, que está casado con una sobrina de Rodrigo Rato que lo tiene cogido por yo ya sé dónde, y como se desvíe del guión, aprieta.
Además cuenta con la cooperación incondicional de los falangistas de Ciudagramos, que están convencidos que son la reserva de Occidente y que algun dia llegaran a presidentes de la federación española de waterpolo u otro enchufe así. Y la no menos incondicional pero, eso sí, vergonzante, del PSOE.
Con esos mimbres, el estado corporativo ha tejido una maraña que le permite, primero y sobre todo, cubrir la corrupción rampante del partido estrella, el PP. Y después una pulsión para su perpetuación en los siglos venideros. Y no van a ser estos puñeteros catalanes, con sus banderitas, sus manis y sus estatutos lo que vayan a impedirlo.

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Saturday, October 21, 2017

Yellow ribbon



Today’s monster rally in Barcelona, organized by the Catalan independence movement will introduce in its choreography a yellow ribbon. Two of the leaders of the main organizations, the Omnium Cultural and the ANC (Catalonia National Assembly) have been jailed by the Spanish authorities on charges of “sedition”. The Catalan nationalists want their soldiers back.


The Catalan recent history evolves around the so-called “prucés”: the process towards the independence of this piece of the Iberian Peninsula, by the Mediterranean sea, historically a nation with a cultural, language and social distance from the Spanish Kingdom. I am forced to refer the reader to the previous entries of this blog and suggest to get information from other sources because this “process” is a long and convoluted affair, pitching the Catalans against the Spanish state, right now reaching perhaps the highest point of the conflict.


All the rallies, bringing crowds of more than two million people to the streets and avenues of Barcelona six times over, have been peaceful, festive, colorful and without any even minor incident. When the crowds disperse, they leave not a single paper on the floor, no a single glass has broken either.


Jordi Cuixart, of Omnium and Jordi Sanchez, of ANC, have been involved in the organization of the for independence activities since the beginning, some seven years ago. This was right after the Spanish government torn off the new “Estatut”, the new constitutional statute for Catalonia, even after it had been approved by the Catalan Parliament and the Spanish Congress. The Spanish government has been acting as a colonial power since, and the Catalans fed up with the situation, have taken to the streets, organized a referendum to decide whether the Catalans want to stay with Spain or become a new state in the form of a Republic. The referendum was considered illegal by the government and sent paramilitary police, the Guardia civil of infamous memory, to remove the ballot boxes and close the voting sites using disproportionate violence against peaceful voters, causing 1,065 casualties amongst them, many elder citizens.


The Two Jordis (“The two Georges”) have been jailed on some trumped charges, the judge inventing a “new” criminal charge: organizing “tumultuous” peaceful demonstrations”. A sort of oxymoron legalese. Furthermore, they have been brought to the Audiencia Nacional, National Court, a special court that holds no authority over these particular legal issues. The AN seats in Madrid, so the two Jordis have been taken to Madrid and jailed in a nearby high-security prison, in what looks like a hostage taking maneuver. They really are political prisoners.


The Spanish government plans next week to take to the Upper camera, the Senate, a set of interventions over the Catalan administration, taking over the economy, the law enforcement and even the public media (Catalan tv and radio), for all practical purposes annihilating the already crunched Catalan autonomy.


This is going to lead the whole “prucés” one big leap forward, most likely leading to the proclamation of the independence by the Catalan government and Parliament in the next few days.

Stay tuned for new developments.



Wednesday, October 11, 2017

La declaración de la independencia de Cataluña



Retomo el español para continuar ofreciendo lo que selectivamente percibo de los acontecimientos en Cataluña, en el estado español y, también en la Unión Europea. Evito referirme al debate parlamentario que está teniendo lugar en estos momentos en el Congreso de los Diputados de Madrid porque sólo contribuye a la confusión. Tal cosa no es infrecuente en el parlamento español por lo que tiene de Babel, donde se habla a gritos y no se entienden unos con los otros porque hablan idiomas diferentes. Nada más una breve referencia al actual presidente del gobierno quien, tanto en su intervención en el debate como en su declaración esta mañana en respuesta a la proclamación de la República catalana de la tarde-noche de ayer, sigue tropezando en las mismas piedras.

Doy por supuesto que quien esto lea, debe tener una idea de lo que viene ocurriendo y que, en parte, se ha descrito en anteriores entradas de este blog, concretamente la titulada "El camino hacia la independencia de Cataluña" hace cinco días.

Tras el referendum reprimido y apaleado, y la jornada de huelga general--paro de país--del 3 de octubre, que detuvo toda la actividad de Cataluña durante 24 horas, acompañada de multitudinarias manifestaciones en todas las ciudades y muchos de los pueblos, y de la que se han ocupado poquísimo los medios de comunicación del estado, se ha seguido un breve período de recapacitación y reconsideración de los acontecimientos. Este lapso ha permitido la publicación en una buena parte de las televisiones y grandes rotativos del mundo, digerir la represión violenta del referendum y dar carta de naturaleza internacional al conflicto causado por la voluntad de independencia de los catalanes. Como se ha reconocido en diferentes ámbitos, la batalla por la información internacional y la de la imagen ofrecida por España, la ha ganado ampliamente el movimiento independentista. Los videos de guardias arrancando las urnas de quienes ocupaban las mesas electorales, de las palizas a pacíficos ciudadanos, muchos de ellos gente de edad y la evidente inutilidad de toda la represión, que cedió al mediodia del domingo 1 de octubre, y que en muchos casos no sirvió para impedir la realización del referendum, han llenado los noticiarios de las principales cadenas de televisión mundiales.

¿Quien dió la orden de atacar Vilabella? Algún dia nos lo explicaran. O no. La idea de asaltar una pequeña localidad agrícola con una fuerza de más de 50 guardias, pretender llevarse las urnas para impedir un proceso electoral y, encima, tras aporrear a los pacíficos habitantes, no llevarse nada, tuvo que tener una gestación perversa. Cada vez que vuelvo a ver los vídeos (ver toda la secuencia) y la violencia ejercida me siento tan indignado como perplejo. Me viene a la memoria actuaciones como la de Srebrenica, y la masacre genocida que tuvo lugar en esa población bosnia en 1995. Aunque incomparable en magnitud, la mecánica, el propósito, tiene el mismo origen. No acierto a explicarme el diseño operativo que llevó a casi una compañía de guardias a atacar Vilabella, ya entrada la mañana del dia del referendum, y no hacerlo en cualquiera de los otros pueblos de alrededor. Me pregunto si entre los participantes había alguno con algun pleito antiguo personal. Esas cosas han pasado, como lo que se relata en la entrada de este blog "Les intencions del "Comandante Rivadulla", guardia civil muerto a la entrada de mi ciudad en la ya lejana, pero siempre recordada, matanza del 1939.
Luego hemos sabido que el coronel que estaba a cargo de la operación represiva, y de coordinar los diferentes cuerpos y fuerzas el día del referendum, Diego Pérez de los Cobos, ese domingo se había vuelto a Madrid y la cadena de mando se mantenía a distancia, sin razones que lo expliquen. Algo que dice poco de la organización. Guardias que, por cierto, en ningún momento se dirigieron de palabra a la gente que había ante el colegio electoral, el parvulario de la escuela local, ni exhibieron documentación judicial u orden alguna. Sólo palos.
En cualquier caso, esas circunstancias avalan la idea de que las maniobras represivas no tuvieron más propósito que aterrorizar y castigar a la población civil.
De estos acontencimientos se han realizado atestados policiales que la fiscalía, supuestamente el fiscal reprobado Maza, trasladó a la Audiencia Nacional, quien ha llamado a declarar al Mayor de los Mossos a Madrid a quien se acusa de sedición y de cursar órdenes de falta de cooperación a las operaciones de requisa de la urnas. Luego resulta que Policía y Guardia Civil requisaron una cincuentena, con palos y violencia, mientras que los Mossos requisaron unas doscientas sin ningún incidente.
Una parte de la causa de la violencia indiscriminada yo no dudo en atribuir a la rabia de los poderes gubernamentales por no haber podido encontrar las urnas y detener a tiempo el referendum. En el blog de Pediatria social dedicamos a este hecho un breve comentario, al hallarse las urnas compradas aparentemente en la China, en la localidad francesa de Elna, famosa por la maternidad que acogió en 1939 a las mujeres embarazadas de los campos de refugiados de Argelers, Le Bolou o Barcarés. Giros de la historia.

A la difusión de la violencia policial siguió una respuesta de lenta pero consistente aparición en las cancillerias y medios de comunicación de paises de todo el mundo y, logicamente y en especial, de Europa. Existe evidencia de que la situación creada ha motivado conversaciones con los principales protagonistas, esencialmente el gobierno del estado y la Generalitat, por parte de autoridades europeas y de diferentes países. Lo que se conoce hasta ahora, mantiene el discurso oficial de que todos estos acontecimientos contituyen un problema interno del estado español. Pero también que se ha instado el establecimiento de puentes de diálogo para resolver la situación, al tiempo que se han materializado ofertas de mediación en el conflicto.

Al mismo tiempo se ha conocido que diferentes empresas de Cataluña habían decidido trasladar sus sedes fuera de Cataluña. Notoria ha sido la decisión de dos grandes entidades bancarias: Caixabank y el Banc de Sabadell de trasladar sus sedes centrales a Valencia la una y a Alicante el BS. Nótese que ambas han ido a ciudades del País Valencià, es decir que no se han ido "de casa", dels Països Catalans. Otras se han trasladado a Madrid. Este golpe de efecto "económico" se ha considerado un presagio de lo que puede representar la independencia de Cataluña para las empresas. Realmente los bancos se ven casi obligados a considerar que una situación, aunque temporal, de no hallarse bajo la cobertura fianciera del Banco Central Europeo, les puede acarrear dificultades importantes. Pero, por boca de prestigiosos economistas, se ha conocido que los traslados de sedes empresariales centrales, pero no de sus instalaciones o su personal, tienen escaso o nulo efecto sobre la economía en la situación actual, en que los impuestos son recaudados todavía por España. Lo que vaya a suceder en la eventualidad de la independencia está aún por ver.

Este lunes pasado, el president de la Generalitat ha comparecido ante el pleno del Parlament para informar de los resultados del referendum y sus consecuencias. Este acto ha creado una gran expectación por cuanto se producía en cumplimiento de la ley de referendum aprobada por el Parlament el 20 de septiembre y que le daba validez. En el discurso, se han relatado todas las circunstancias que rodearon el acto del referendum y se han presentado los resultados, con una abrumadora mayoría de los votos favorables a la independencia, de los casi 2 millones y medio de sufragios. Con ello, el president Puigdemont ha anunciado que el pueblo catalán se había ganado su derecho a decidir su futuro y ha procedido a proclamar la independencia de Cataluña como un estado en la forma de república...pero, en una brillante pirueta dialéctica, a renglón seguido ha anunciado la suspensión de la proclamación, para dejar un período de conversaciones y/o mediación "de unas semanas" que ha ofrecido al gobierno del estado.

Todo ello ha generado un mar de dudas y algunos disgustos entre los partidarios de proclamar la independencia ya. Y una curiosa duda al Rajoy, que se ha dirigido al president mediante una solemne y conminatorio "burofax", antigualla comunicativa donde las haya, pidiéndole que aclare que es lo que ha querido decir, si ha declarado o no la independencia. Imagino que de tontos, los habitantes de la Moncloa tienen lo justo y han entendido perfectamente lo que dice Puigdemont: que ha proclamado la independencia, pero que se toma una pausa para dar un respiro a mediadores o "influencers" europeos. Lo que ocurre es que con el 12 de octubre y su "desfile de modelos" de aguerridos guerreros, ya les va bien a unos y a otros tentarse las ropas y dejar pasar el puente del Pilar. A los efectos de poner en marcha el tan traido y llevado artículo 155 de la Constitución española, la pausa bien puede obviarse. Lo que ocurre es que no se a quien la da más miedo el famoso artículo, porque oportunidades han tenido un montón en los últimos meses. Sucede que, aún contando con las mayorias senatoriales suficientes, la aplicación contiene suficientes imprecisiones como para darse cuenta que igual tampoco sirve para parar el independentismo.

En cuanto a la conmemoración militar del 12 de octubre, soy de los que cree que las fuerzas armadas españolas desearian verse muy alejadas del actual fragor del conflicto político. Por más que se les atribuyan sentimientos autoritarios y resabios franquistas, me parece que, como colectivo profesional, son muy conscientes de cuales son sus cometidos y que su aportación a la resolución de problemas politicos tiene más trampas que una película de chinos. Y que no se van a jugar su prestigio o sus vidas por sacarle las castañas del fuego a un inútil corrupto como Rajoy y su caterva de pringaos ineptos. Porque, y en general, si hay tiros, ellos son los que ponen los muertos. La obediencia debida al actual capitan general de los ejércitos es, en bastantes casos, una materia cuestionable. Los que han pasado por las academias militares de la NATO, saben de sobras que el uso de la fuerza militar contra la propia población es motivo de expulsión de la Unión Europea inmediato. O sea que no tienen NADA que ganar y si bastante que perder implicándose en cuestiones que deberían tener un tratamiento civil y político adecuado. Ojo al cristo, que es de plata...Que las órdenes se obedecen, pero no a ojos cerrados.  Que se les pueda ordenar, por motivos de seguridad, la ocupación de objetivos estratégicos como centrales nucleares, nudos de comunicaciones, puertos o aeropuertos y, quizá, fronteras, es algo que ya han hecho y por motivos diversos. Ocupar medios de comunicación en un país libre y democrático, se lo van a dejar a los picoletos. Y a los ciudadanos, ni tocarlos. Igual a quien le dan un toque es al Rajoy.

Tiempos agitados, pero aún conservo la calma que me da la edad y la confianza en que los movimientos de los pueblos en profundidad, a la larga triunfan.

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Saturday, October 07, 2017

Tropes colonials



Als nens de la meva època, envoltats i embolicats en guerres diverses, els soldats exercien una notable fascinació. Les marxes militars, els uniformes lluents, la marcialitat de les desfilades i la seva espectacularitat. Vists ara amb una certa perspectiva el que em crida l'atenció és que eren majoritàriament mercenaris o, això que es coneix com a tropes colonials. Probablement pobres desgraciats reclutats de la misèria de les seves vides per morir pels imperis a canvi de miserable salari--soldada--o un eventual botí. En la terminologia militar es parlava de "cossos d'elit" més per la seva més o menys proverbial afició al acarnissament que perquè tinguessin una consideració més especial. Al cap, anaven a morir amb més o menys fortuna i coneguda bravura.

De cada un em queda un record peculiar: dels cipayos, el turbant i la seva submissió al Raj britànic; dels Gurkhas, el ganivet "khurkuri" tort; dels Spahis, el kepis i la capa blanca; dels Ascari, el fes i els pantalons curts; dels zuaus, els calçons i una beguda que res tenia a veure amb ells, el "zuavo"; dels hússars, la xuleria i la jaqueta curta penjada d'una sola espatlla; dels geníssers, els bigotis. Hi han hagut d’altres prou coneguts que els treuen a passejar certs dies de celebració de l'estat, com espectacle exòtic. En aquesta part del món les forces que desperten més curiositat i, fins a cert punt, entusiasme, són les restes de tropes colonials de l'estat espanyol: la Legió espanyola i el cos de Regulares, característiques tropes mercenàries, tot i que ara se'n diguin professionals. Una era bàsicament extrangers i l'altre peculiarment nomenada d'"indígenes". Ambdues es crearen a l'entorn de les guerres colonials del nord d'Africa i, en part, com a resposta a les dificultats de reclutar soldats per l'exèrcit via reemplaçaments per edat o movilització forçosa que tenia molta resistència entre la població. La causa detonant del conflicte que va causar La Setmana Tràgica, fou la lleva de reservistes que va fer el govern espanyol , per a servir de tropes colonials a la guerra d’Àfrica.

Una característica de les tropes colonials era la seva desconexió i, a l’hora hostilitat, amb la població local, que servia d’excusa per a qualsevol abús o represió. Les guerres colonials mai s’han guanyat per la potència colonialista. Sense arrelament al territori, aïllats de la vida diària, reclosos a casernes fortificades, no arribaven a assentar els peus a la terra. Si estan a un vaixell, encara menys.

Algun responsable de l’estat haria de revisar la història, abans d’aconsellar al rei del que ha de dir, davant d’un conflicte.


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Wednesday, October 04, 2017

El camino hacia la independencia de Cataluña



El camino hacia la independencia de Cataluña

Comienzo esto en español, para beneficio de los lectores en esa lengua y aunque no estoy seguro que siga siendo en la que mejor me expreso. En las entradas anteriores, a las que remito al lector, he ido desgranando ideas y situaciones sobre lo que preside nuestra actualidad en ese intento, a veces vano, de conjurar inquietudes, desazón o angustias, escribiendo. Quizá también para ordenar ideas y repetirme pensamientos tratando de evitar la inmediatez de los "slogans" o los ahora tan comunes "twits" que las redes sociales nos permiten. A menudo pienso si el fundador de Twitter, Jack Dorsey, era un lector compulsivo de haikus o de Ramón--permitidme la familiaridad, ganada con el tiempo--y sus greguerias, pero sólo por lo breve e imaginativo. Lamentablemente Twitter es sólo un servicio de noticias, como indica su entrada en español: "¿Qué está pasando?", con signos de interrogación que distancian el enunciado de la versión original inglesa, y que parece invitar a escribir tu versión de los que ocurre en el mundo.
Los blogs, en cambio, permiten a los "letraheridos" explayarse y encontrar en el texto algunas autojustificaciones y no menos disquisiciones, en espera de que alguien las encuentre merecedoras de lectura.
También aprendí, sin embargo, y del poeta laureado Antonio Colinas, que una idea que no pueda expresarse en un folio, no merece publicarse. Eso me ha llevado a escribir un par de miles de artículos o columnas de periódico que algunos editores han tenido la amabilidad de publicar en papel. Ese papel que tiene el inconveniente de que, aunque se pueda citar, es farragoso de reproducir, cosa que los blogs ponen al alcance de un "click".
Proponer de manera ordenada una explicación de lo que a mi me parece el camino hacia la independencia de Cataluña igual sólo me sirve a mí, aunque igualmente pueda ser de utilidad para otros.
Un pequeño esfuerzo de formalizar el lenguaje no va a evitar algunos coloquialismos y hasta exabruptos o simples insultos a personajes, aunque siempre me escudo en que la intención del insulto no es ofender sino definir o, las más veces, diagnosticar, privilegio que mi condición profesional me otorga.
Como se hace camino al andar, desafiando que mirando atrás se ve la senda que no has de volver a pisar, a este día de hoy comienzo con lo más próximo y con lo que se fueron a la cama los españoles: la alocución del actual jefe del estado español a través de las televisiones. Ya estoy un poco mayor para aguantar reprimendas y menos de un mentecato que figura a la cabeza del estado sin más méritos que un par de cromosomas y el dedo infame de un dictador sangriento. Cuando alguien, de quien la única actividad conocida es la de ocupar un espacio decorativo, aparte de su dedicación al comercio de armas con países en guerra, no aporta nada al diálogo o la concordia, lo mejor es ignorarlo. La propia institución de la monarquía: la "corona", como les agrada decir, en su propia concepción biológica de, supuestamente, hereditaria, perdió hace mucho tiempo la poca credibilidad o dignidad que pudiese tener. Y ello en las manos del "simpático" predecesor, putero matarife de especies en vías de extinción, abdicado indignamente con un apaño legislativo inducido por los poderes que són ("the powers that be") por impresentable.
La fantasmagórica aparición porque, al menos en mi receptor de televisión que es de Alta Definición, aparecía de alguna forma difuminada neblinosa que contrastaba con la imagen de los presentadores de continuidad de antes y después, será muy seguramente la última que se vea en Cataluña en los canales locales. El motivo inmediato había sido la reacción del estado a la extraordinaria jornada vivida en 3 de octubre, o sea ese día, de paro de país/huelga general, que detuvo toda la actividad comercial, de transportes, comunicaciones, industrias, o entretenimiento en repulsa a la violenta represión del referendum celebrado el 1 de octubre.
El paro de país se acompañó de multitudinarias manifestaciones, en su mayor parte silenciosas a lo largo y ancho de la nación, con la participación de centenares de miles de personas dolidas y ultrajadas por unos actos, gratuitos por lo inútiles, de violencia contra quienes pacificamente se disponían a votar una propuesta sobre el futuro de su país. En la ciudad donde vivo, la demostración callejera tuvo dos episodios, uno poco antes del mediodía y otro al atardecer que, según los medios, juntaron más de 35.000 ciudadanos, pacíficos, silenciosos, ordenados, entre la plaza del ayuntamiento y el edificio de la delegación del estado, ocupando un enorme espacio de convivencia cívica. Ocasionalmente se producía una coreografía de manos alzadas con movimiento de oscilación de los dedos seguida de apalusos. Tal muchedumbre nunca se había visto por estos pagos, una ciudad mediana, habitualmente muy tranquila que hasta se ha calificado a veces como apática. Ni un solo incidente. Ni un solo papel en el suelo al concluir la jornada ("Parecéis suecos" me dijo un visitante curioso que contemplaba el espectáculo).
La represión policial que motivaba estas manifestaciones de repulsa tuvo lugar durante la celebración del referendum que proponía que Cataluña sea un estado independiente en forma de República. Esta consulta había sido considerada ilegal por el gobierno del estado que había recurrido ante el Tribunal Constitucional(TC), quien la había suspendido, pendiente de sentencia. Era por tanto, una actividad "suspendida", que no ilegal, y su celebración se hacía en desobediencia a esa providencia de suspensión. Materia para juristas, en la que no osamos a entrar aunque sólo sea en aras de la claridad, ya que los fundamentos jurídicos de los actos de unos y otros y sus consecuencias, servirán de confusas discusiones durante mucho tiempo.
El gobierno del estado había ya decidido que impediría por todos los medios la celebración del referendum. Para ello se pusieron en marcha toda una serie de actuaciones que, por la evidencia, estuvieron condenadas al fracaso, como quiera que la consulta con todas las dificultades, se celebró.
Las acciones gubernamentales se dirigieron a que la Fiscalía General del Estado procediese a tomar una serie de inciativas conducentes a impedir la consulta que culminaron con la detención, el pasado 20 de septiembre, de varios altos funcionarios de la administración autonómica catalana considerados el núcleo de la organización del referendum. Las acusaciones que motivaban las detenciones, llevadas a cabo con muy débiles o ausentes justificaciones u ordenes judiciales, incidían en la utilización de medios y fondos públicos para la organización del referendum: desobediencia al TC, prevaricación y malversación. Estas detenciones motivaron una respuesta en forma de una manifestación, otra vez multitudinaria el sábado 23 de septiembre, incluyendo una enorme tractorada, de rechazo ante estas acciones y en petición de la libertad inmediata de los detenidos.
Las acciones del estado, dirigidas por un fiscal que ha sido reprobado por el Congreso de los diputados español y conducidas por dos jueces reconocidos como ultraderechistas por sus actuaciones anteriores, incluían la busqueda y requisa de los elementos que podía utilizarse en el referendum como las urnas, papeletas y sistemas informáticos. Se produjo un goteo de incautaciones, interferencias de los sistemas informáticos, anulación de páginas web e intentos de precintado de colegios electorales. Pero, Oh! sorpresa: ¡No encontraron las urnas!! El 1-O día del referendum, se abrieron los colegios, había urnas, habia papeletas y había censo.
Semejante fracaso de las actuaciones del estado debería ser suficiente para el cese o la dimisión de los responsables de llevarlas a cabo. Pandilla de inútiles.
El último recurso ha sido el empleo de la fuerza. Durante los días precedentes a la celebración de la consulta llegaron a Cataluña numerosos contingentes de eso que con tanta insistencia se viene llamando los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, confusa definción que no asegura cuales son los "cuerpos", cuales las "fuerzas" o si unos y otros son lo mismo puesto que los cuerpos sin fuerzas o las fuerzas sin cuerpo entran el el ámbito de la irrealidad. Como no existen cuarteles, se opotó por alojar a los guardias en hoteles turísticos, ahora ya en temporada baja, y nada menos que en tres ferrys, esos barcos que sirven para el transporte de vehículos y personas en singladuras cortas, al menos uno de ellos decoradas sus bordas con dibujos de populares personajes del cine de animación como "Twitty" ("Piolindo") y el Coyote de "Road Runner". La interpretación de estos simbolismos la dejamos para exégetas del ridículo histórico o la historia del ridículo.
Esas fuerzas y cuerpos dedicaron, principalmente la mañana del 1 de octubre, a asaltar con contundencia varios, muchos, de los centros de votación, una buena parte ubicados en centros escolares, produciendo destrozos, reventando puertas y solo ocasionalmente requisando urnas y papeletas de voto. Y mientras tanto atacar impunemente con golpes, patadas, disparos de proyectiles no letales a los centenares de pacíficos ciudadanos que acudían a votar y que trataban con sus cuerpos evitar que se llevasen las urnas. Casi un millar sufrieron heridas y contusiones, cifra que un iluminado incomptente ministro del Interior del gobierno del estado calificó de mínima (sic!), probablemente porque esperaba más. En el lugar donde yo fui a votar, la agresión gratuita y desmesurada no evitó que pudiese hacerlo. Antes el pequeño pueblo donde lo hice, un municipio de 761 habitantes donde tenemos una viña, instaló el colegio electoral en la escuela local, que aparece en segundo plano en el video. Los más de 50 guardias civiles que asaltaron el pueblo no consiguieron llevarse nada de la escuela y se retiraron, después de golpear a unos cuantos vecinos y conseguir la repulsa de todos. Lo comento en mi otro blog, Pediatria social. A la conclusión de la jornada votaron 458 ciudadanos. Los resultados los dejo a vuestra imaginación o curiosidad. Este vídeo muestra los incidentes:  https://www.youtube.com/watch?v=KexACr3j-xA . Los gritos dicen "Som gent pacífica", somos gente pacífica. Nadie puede asegurar que lo sigan siendo. Y "Llibertat".
Cabe preguntarse porqué todas esas inciativas violentas dedicadas a impedir las votaciones no se llevaron a cabo antes, cuando no había nadie ante los colegios, aprovechando las recomendaciones que cualquier estratega puede indicar, con factor sorpresa y economía de medios y, sobre todo, efectividad.
La respuesta es que no pretendían impedir el refréndum sino reprimir a la población, repartir estopa, agredir, vejar y ultrajar a unos ciudadanos libres que, entre otras cosas han demostrado ser más imaginativos y eficaces que quienes se les oponen a la hora de conseguir sus objetivos. La disminución de los asaltos a los colegios electorales a lo largo del día es una muestra de la impotencia de las fuerzas represoras. Y también que, pequeño e ineludible detalle, que estamos en el siglo XXI. Asaltar un pueblo y reprimir con "tiros en la barriga", esperando que el Seisdedos se atrinchere en un corral y se lleve por delante dos picoletos, pudo ser una práctica en Casas Viejas en enero de 1933. En 2017 Youtube, Twitter y facebook te llevan alrededor del mundo en segundos.
La actuación de las mencionadas fuerzas de la Guardia civil y la Policía Nacional se ha regido por comportamientos propios de la época colonial. Sólo podemos esperar ahora que el gobierno envíe a los Regulares, porque a mi entender, las fuerzas del ejército español están para otros más o menos loables menesteres: intervenciones de seguridad internacional o la UME.

No puede perderse, en este fárrago de cosas, un componente esencial del referendum: la forma del estado independiente para Cataluña. La República.
Si por algún motivo el actual jefe del estado dedicó su nervioso discurso de anoche, redactado en las covachuelas de la Moncloa por personajes de oscuro pasado y lamentable desprecio, no sólo por la gente, sino también por la lengua española, es por la mención de la república. La catalana y, a renglón seguido en su consciente personal, la española. Lo que puede ser el preludio de unas largas vacaciones en Montecarlo o en Estoril, como su abuelito. Quizá Miami.
Recogiendo a Winston Churchill, no estamos en el final. Ni probablemente siquiera en el principio del final. Pero de buen seguro que estamos en el final del principio. Lo que he descrito es un camino ya recorrido. Ya no hay marcha atrás.


La imagen que acompaña este texto, cuyo autor desconozco, la he titulado OUR IWO JIMA.

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