Un poco avergonzado de dejar este blog languidecer dos semanas sin ninguna aportación "
con la que está cayendo"...
En español para su difusión en esa lengua.
Casi toda la gente que me rodea concurre en que parece que vivimos unos momentos históricos, de esos que no se repiten más que cada décadas. La historia la hacemos cada día, pero los eventos, los acontecimientos, alcanzan el estatus de históricos cuando, con el paso del tiempo, perduran en la memoria de la gente. Y, por ende, de los historiadores, una tropa especial, todopoderosa, capaz de cambiar la realidad
ex-post-facto, sin que se les mueva un pelo. Algunas cosas, sin embargo, no las van a poder cambiar.
El referéndum escocés marca un antes y un después en el devenir histórico del Reino Unido de la Gran Bretaña, pues a punto ha estado de resultar "desunido". El suspiro de alivio de Buckingham Palace se oyó desde fuera, cuando a las 3 de la madrugada del 19 de septiembre se confirmaba el triunfo del NO. Para bien o para mal. En mi modesta (cada día menos) opinión, los escoceses van a ver sus esperanzas de mejora en su situación con respecto al poder de la City diluirse. Y eso en poco tiempo. Ya veremos si lo aguantan.
El panorama en esta otra parte del mundo ha ido perfilándose como un conflicto cada vez menos sostenible.
La sociedad catalana o, si se prefiere, el pueblo catalán, la gente de Cataluña, ha seguido en estas últimas semanas un camino que estaba trazado en el calendario. El final del verano y la efemérides del tricentésimo aniversario de la caída de Barcelona en la Guerra de Sucesión llevó a una manifestación enorme la tarde del 11 de septiembre en las avenidas de Barcelona. Por la mañana, los ciudadanos también se concentraron ante los ayuntamientos para expresar su voluntad, individual y de organizaciones y entidades a favor del derecho a votar, a decidir que quieren hacer con su futuro. Si los sumas todos, resultan más de dos millones de ciudadanos en la calle con un único motivo de manifestación: queremos votar. Votar como hicieron la semana siguiente en Escocia. ya lo hemos contado aquí:
http://xallue.blogspot.com.es/2014/09/diada-2014.html
La presión de la calle ha sido determinante para que el gobierno de Cataluña, la Generalitat, con su presidente al frente haya materializado la propuesta de celebrar una consulta popular, lo que se conoce como un referéndum, el próximo 9 de noviembre. Cuando digo que "se conoce como" quiero decir que ese matiz tiene una notable repercusión legal. De acuerdo con la Constitución Española, la competencia para la celebración de referéndums (lo correcto sería
referenda, el plural en latín) es exclusiva del gobierno central. En cambio sí permite la consultas no determinantes en los otros niveles de poder como el de las comunidades autónomas o los ayuntamientos. Tales diferencias pueden parecer superfluas a cualquiera no familiarizado con las enrolladas peculiaridades del sistema legal español, pero en esta situación se han convertido en cruciales.
Alrededor de ese matiz se viene desarrollando toda una escena dramática de lo que en inglés se conoce como "
shadow boxing" entre el gobierno del estado y el de Catalunya. El presidente de la Generalitat firmó una ley, votada en el Parlament de Catalunya sobre consultas populares no refrendatarias y el gobierno central lo llevó al Tribunal Constitucional para que anulara la ley. El Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el estudio de la ley que queda por tanto en suspenso. Mientras, el gobierno de la Generalitat ha continuado produciendo reuniones en apoyo de la ley y la consulta: de todos los grupos políticos que le dan apoyo y, este fin de semana, de 920 alcaldes de los 947 municipios de toda Catalunya en una acto masivo en el palacio de la plaza de Sant Jaume, en Barcelona.
Poco a poco la situación va permeando la opinión publicada internacional. Numerosos medios se hacen eco de la evolución de acontecimientos, la mayoría críticos con la aparente incapacidad del gobierno del estado de tomar alguna iniciativa más allá de la simple negación de la realidad.
(Harvard Political Review
http://harvardpolitics.com/world/catalonia-contention/)
Se puede simplificar el contexto de estos acontecimientos
Histórico: Cataluña fue una nación en el reino de Aragón en la Edad Media con instituciones de gobierno propias, que ha mantenido a lo largo de siglos junto con una lengua y una cultura propias.
Ahora hace 300 años y en el contexto de la Guerra de Sucesión en el reino de España, con la caída de Barcelona después de meses de asedio, los catalanes perdieron sus leyes y sistema de gobierno propio y su lengua y cultura fueron reprimidas. A pesar de ello, un sentimiento de identidad nacional ha permanecido a lo largo de estos tres siglos y la lengua se ha mantenido y desarrollado. Durante el siglo XX se produjo un renacimiento de esa identidad nacional y un par de intentos fallidos de recuperar un estado propio, coincidiendo con períodos de democracia y, también, inestabilidad política. (
http://es.wikipedia.org/wiki/Proclamaci%C3%B3n_del_Estado_Catal%C3%A1n_en_octubre_de_1934).
Durante los años de la dictadura franquista, cualquier esfuerzo de promover una identidad propia fue severamente reprimido. Sin embargo, a la caída de la dictadura, Catalunya consiguió recuperar sus instituciones, incluso antes (un año) de que se proclamase la nueva constitución democrática. Durante casi un cuarto de siglo de gobiernos autonómicos de la derecha nacionalista Catalunya ha recuperado la mayor parte de sus símbolos y realidades identitarias: la lengua catalana es oficial y es la vehicular en el sistema escolar, las leyes se promueven y se ejecutan de forma autónoma, se han creado universidades propias y se dispone de un sistema sanitario hasta ahora considerado modélico por su eficacia y universalidad. En parte se ha debido a que los sucesivos gobiernos del estado han precisado el apoyo de los gobiernos de Catalunya para consolidar mayorías en las Cortes españolas, propiciando concesiones de diferentes parcelas de poder. El grado de autonomía, para una comunidad o región dentro de un estado, es considerable comparándola con situaciones similares en otros países europeos. Sin embargo, las actitudes y los actos de los gobiernos centrales, en cuanto por disponer de una mayoría absoluta en la Cortes no ha precisado de soporte de los políticos catalanes, han tendido a menospreciar, reprimir o coartar la autonomía catalana, especialmente en lo que se refiere al contexto
Económico: A la grave recesión que ha afectado al mundo en general y, especialmente al estado español, en los últimos seis años se ha sumado una serie de actuaciones dirigidas a acentuar el desequilibrio de la balanza fiscal entre Catalunya y el estado español. Y ellas precisamente propiciadas por los sucesivos gobiernos de derechas españolistas (o nacionalistas españoles) que han gozado de mayorías parlamentarias absolutas. Catalunya, con un 16% de la población del estado y casi un 25% del PIB estatal, y por ello un 21% de los impuestos que recauda la hacienda del estado, apenas recibe un 12% del retorno fiscal. "
Devolution" es algo que no sucede. Las justificaciones de solidaridad con otras regiones del estado pierden realidad cuando, como se ha ido viendo, Catalunya pierde cada año puestos en el ranking del estado de bienestar, inversiones y ayudas públicas con respecto a las otras comunidades. Y todo ello determinando a su vez un contexto
Politico: Las iniciativas para reconducir políticamente la situación de Catalunya dentro del estado español han topado con tremendas e injustificables dificultades. En 2006 las instancias políticas catalanas promovieron la elaboración de un nuevo estatuto (
http://www.parlament.cat/porteso/estatut/eac_ca_20061116.pdf) que fue aprobado por el Parlament catalán, las Cortes españolas y refrendado por el pueblo catalán en una consulta. No obstante, el estatuto fue llevado ante el Tribunal Constitucional por parte del partido hegemónico de las derechas españolas (nacionalistas españoles). Esta acción determinó unos amplios recortes en el texto hasta hacerlo inaplicable, ante lo que no sirvieron manifestaciones multitudinarias en Catalunya en su defensa. Cabe añadir al menos dos detalles político-históricos: 1) la composición del alto tribunal estaba viciada por haber sobrepasado con creces su período de vigencia, uno de sus miembros había fallecido y no se había substituido y otro miembro había sido excluido porque más de diez años antes y mientras ejercía otra función, había escrito un ensayo sobre la autonomía de Catalunya. 2) Sucesivos textos estatutarios con idéntico redactado al original catalán de otras comunidades autónomas fueron aprobados en su integridad.
A estos extraordinarios vergonzantes agravios se fueron sumando otros, de diferente calado y amplitud, que gradualmente han ido provocando una reacción contraria al poder del estado entre la población de Catalunya. Notables han sido los sucesivos ataques a la lengua y cultura catalanas que pudieran sintetizarse en la expresión de un ministro del gobierno español quien, en curso del desarrollo de una nueva ley de educación, dijo que era el propósito del gobierno del estado "
españolizar a los niños catalanes".
La larga historia de intentos fallidos de negociar políticamente la situación catalana con el estado ha ido llegando a la base de la población que, en los últimos tres años se ha organizado alrededor de entidades de cada vez más amplio acuerdo. Notablemente
Omnium Cultural, una vieja entidad dedicada a la promoción de la lengua y cultura catalanas y la
Assemblea Nacional Catalana, ésta de contenido y propósitos más políticos. Ambas promueven un movimiento hacia la construcción de un nuevo estado a partir de la autodeterminación de Catalunya dentro de la Unión Europea.
Probablemente haya otras aportaciones más precisas, más amplias o con más profundidad en su análisis, pero ésta es la mía aquí y ahora.
En entradas anteriores figuran artículos publicados en la prensa local sobre estos temas, desde diferentes ángulos y propósitos, que recomiendo repasar, aunque (
Ailás!) están generalmente escritos en catalán o en inglés :
Diada 2014,
Un 11 de setembre pacífic,
Amb la independència, els politics seràn els mateixos? ,
Els mil temes del procés ,
Els vímets d ela independència , y alguno más.
Lo que debería seguir ahora, para tener una visión mejor, es situar todo esto en el contexto de España, del estado español, un estado en permanente crisis del que me da más bien pena hablar o escribir. Por eso lo dejo para la próxima entrada de éste blog.
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